viernes, septiembre 08, 2006

¿Por qué será?




Muchas veces me pregunto por qué me canso tan rapido de algunas cosas, o en su defecto por qué me canso de algo de repente. Muchas veces algo que me apasiona a los pocos días deja de interesarme y muchas otras mi desdén, supongo, decapita sin piedad la cabeza de lo que antes me interesó.

Creo que estoy en una época de desinterés general; creo que ahora cosas que me interesaban y me apasionaban han dejado de hacerlo y ni siquiera siento el sentimiento de culpa por sentir desdén. Hace unos días me sentía mal por empezar a cansarme de ciertas cosas, y supongo que me agarraba a ellas para así no sentirme mal al ver lo que iba a venir, pero ahora ni siquiera siento un atisbo de todo eso.
Quizás sea la ausencia de emoción o quizás sea pragmatismo, pero ahora me siento casi como si fuera un bloque de hielo, me he transformado como en esa cama de hielo por la que pasa el frío glacial que decía Arianne Astaride en aquella película. La indiferencia es muy mala, pero a veces es casi inevitable. Eso supongo que es lo que siento ahora respecto a cosas que me hacía arder: indiferencia, y lo peor son los remordimientos. Lo peor es pensar que sé que no soy así de insensible, en cambio en este momento sólo siento insensibilidad, porque no siento nada, y eso me preocupa. También me preocupa cansarme, pero ni siquiera me lo voy a plantear. Simplemente seguiré viviendo, comiendo, durmiendo, trabajando y haciendo todas esas cosas que sin emoción ni sentimiento por ellas y por muchas más cosas te convierten en una autómata.

Pues hoy me siento así, como una autómata de traje gris que camina como un robot por la calle hacia un lugar que tampoco importa tanto.




Mi matadero clandestino- Piratas

2 comentarios:

Lampidia dijo...

Muchas veces me siento también así. Diría yo que es un mal común de la sociedad consumista-obligatoria o sociedad-consumición-mínima-obligatoria, llámalo como quieras. El caso es que por H o por B nos damos cuenta de ello y sólo por eso ya estamos tomando una posición distante respecto al objeto causante de tal sensación, pero esa distancia no nos es suficiente, porque necesitamos ACCIÓN para huir del tedio y el hastío, y mientras la idea feliz no llega, vivimos entregadas al automatismo... Es un poco pez que se muerde la cola...

Rafa Muñoz dijo...

Yo me he llevado mucho tiempo sintiéndome así. Me preocupaba el no sentir nada, el ser de piedra. Me sorprendía el sentirme tan distante de todo y, por ende, todo me resultaba mecánico. Pero todo acabó, de golpe y casi sin darme cuenta. Con estímulos exteriores, en mi caso, alguien que me avivó mariposas en el estómago (aunque duró un suspiro la emoción). Siguiendo mi teoría de las microfases, estás en una. Y saldrás, no te preocupes, quizá lo necesites para algo, no sé.

un abrazo ;)