lunes, mayo 17, 2010

Ventanas de otoño



Sábado 03.10 a.m. Cumpleaños de Lourdes, 52 años.

Largas sombras en la pared se proyectan. El vaso ya no tiene hielo, está derretido. La bebida se desliza por la garganta como si fuera un alambre de espinas. Bendita tortura que se abre paso por el cuerpo como una venenosa serpiente que insufla vida en el estómago, luego en el corazón y después en la cabeza.

La realidad alterada es una paraíso donde las delicias te acompañan en un baile del que es dificil escapar porque no quieres marcharte de esa pista de baile donde el espacio y tiempo se confunden. Le dices a la botella -Miénteme otra vez, bésame otra vez aunque sepa que me engañas cuando olvidas tu papel, cuando no trago lo suficiente porque entre tú y yo todo es cuestión de apariencias, paraísos artificiales que articulan un holograma de felicidad. Aunque las mentiras tienen algo de verdad. Y vuélveme a mentir, miénteme otra vez por el amor de Dios, como si fuera esta noche una novela de serie B mientras yo me arrastro a tus pies. Yo seré lo que tú quieres lo que yo sea, tú serás lo que yo quiera que tú seas. Yo también te mentiré-.

Y en casa te espera el gato, en la ventana que está junto al tejado limpiándose la pata trasera izquierda.

viernes, mayo 14, 2010

Manolo Lama, los lameculos y la mediocridad de este país

Lo de Manolo Lama y los otros dos hijos de puta es para matarlos, semejante gentuza debería ser castigada.

La permisividad de Cuatro es imperdonable. ¿Por qué coño permiten a esos cabrones irse de rositas? Que os den por culo, Cuatro, a vosotros y al tufillo circense aunque vayáis de serios y modernetes de muchos de vuestros programas con ese enfoque podrido de progre guayer burguesillo gafapasta. Por muy modernos que os creáis no dejáis de ser unos señoritingos provincianos y catetos y para colmo prepontentes. Sirva como ejemplo para mi tesis el enfoque cateto prepotente que está allá arriba por los cielos y desde el que miráis y nos presentáis cada semana a la ya cansina y previsible ristra de yonkis, dementes, gitanos, gente semi-analfabeta, gente que vive en la miseria, etc... en vuestro programa de TELEBASURA, "Callejeros", porque Callejeros es una puta basura como un piano....

Parece que aunque estemos en el siglo XXI en Callejeros todavía viven en el Siglo de Oro, o al menos su tan moderna mentalidad. La figura del bufón que retrataba Velázquez y del que nos hablaba Quevedo ha resucitado gracias a "Callejeros". Alabemos a esos creadores de contenidos que saben darle la vuelta a un formato para mostrarnos el lado chungo de la moneda y sacarnos una carcajada de risa por sentir que nuestras posaderas están bien asentadas sobre la cara buena de la moneda. Pero las monedas son muy caprichosas y unas veces caen de cara y otras de cruz, así que cualquier día te puede tocar a tí ser grabada por algún reportero de callejeros borracha perdida como una perra con un lefazo en la cabeza después de haber sido violada. Esperemos que no llegue ese día. Pero capaces serían de emitir algo así.

Los bufones de la corte del país de "Callejeros" llegan a todas las casas de los millones de reyes que pueblan este país, porque en este país somos todos muy "reinonas" para hacernos reír de las "frases ingeniosas" de pobres desgraciados. Somos muchos los reyes oligofrénicos perdidos sentados en nuestro trono, uy! digo sofá del Ikea tocándonos los huevos y riéndonos de los desgraciados.
No nos flipemos, la espada de Damocles es azarosa y los que nos creemos afortunados un día podemos ver sin poder hacer nada cómo cae sobre nuestras cabezas aplastándonos y convirtiéndonos en personas tan desafortunadas como la gente que sale en callejeros o el mendigo de Lama.

Volviendo a lo que iba, que me voy, no me quiero olvidar de la gentuza esa de la afición del Atleti que hacía de figuarción "especial" ( a buen entendedor pocas palabras bastan jajajajajaja) de la conexión de Manolo Lama. Me refiero a los niñatos esos de mierda que por salir en la tele un segundo haciendo el mandril le siguen la bola al gilipollas ese o asisten de manera pasiva a la oligofrenia de Lama. Es muy triste que nadie de los allí presentes supiera aprovechar la magia del directo, la gran baza: la improvisación. Porque nadie le agarró el micro para pararle los pies y decirle lo que todos decimos por el medio más democrático del mundo, queridos amigos de Cuatro: INTERNET.
Intento hallar una explicación que no encuentro a todo esto que está pasando con el Lama este que sabía que existía porque un amante mío era muy futblolero y lo ponía a parir. Lo dicho, todavía no puedo creer que nadie hiciera nada, absolutamente nada ni los aficionados al Atleti presentes en el directo ni el director del programa ( que no cortó la intervención del miserable. Tampoco entiendo todavía que el día después la directiva de Cuatro, que es tan moderna no haya contestado más que con evasivas pueriles de tres al cuarto. Hoy tampoco, que yo sepa han dado una respuesta para espectadores con capacidad mental adulta ( al menos eso considero que somos la mayoría). Nada de nada. Aunque si me paro a pensar en Callejeros entiendo por qué nadie en Cuatro ha hecho nada. Callejeros y lo de Lama es la misma mierda con diferente olor.

Señores de Cuatro, tengo una petición, sé que van a pasar de mí, pero les sugiero un formato que a muchos nos interesaría, de esos docurealities que a ustedes les gusta tanto emitir.
Por cierto, les doy la idea y no pienso cobrarles derechos por el formato. :)

La tesis es muy sencillita, ahí va: un docureality de directivos mediocres hijos de puta que aprenden a ser personas. Además les saldría barato, porque seguro que entre ustedes hay un casting de lujo.

Estoy muy indignada con el gilipollas ese del Lama, sus chupapollas en plató, con los directivos de Cuatro y con la puta mediocridad de la gente de este país en general.

Porque ahora resulta que lo guay es ser mediocre. Así nos tratan y nos va: los gilipollas mediocres nos tratan como puta mierda seca y se lo permitimos, nos insultan en la cara y se lo permitimos...
Luego no vale quejarse cuando se le cagan personalmente a uno en la cabeza, porque si se cagan en la cabeza del vecino también se están cagando en la tuya.

miércoles, mayo 12, 2010

The revelation



"I know your tribulation and your poverty
And the slander of those who say that they are Jews, but they are not
They are a synagogue of Satan
Do not fear what you are about to suffer
Behold the devil is about to throw you into prison

Wanting, needing, waiting for you to justify my love
Hoping, praying for you to justify my love"



"Sé que sufres y eres pobre y sin embargo eres rico
Sé cómo te calumnian los que pretenden ser judíos y no lo son
Pues su sinagoga es la de Satanás
No tengas miedo por lo que vas a padecer
Contempla cómo el diablo se prepara para encarcelarte

Queriendo, necesitando, esperándote para justificar mi amor
Esperando, rezándote para justificar mi amor"

(Apocalipsis 2:9-10)


Es un texto precioso.

martes, mayo 11, 2010

Barba Azul- el depredador que no deja traspasar la puerta




Barba Azul era un hombre muy elegante. Todo un seductor. Todo un señor. Las hermanas mayores no se fiaban, pero la pequeña sucumbió a sus encantos.....

El universo de los cuentos infantiles no deja de ser un mundo artificial en el que de una manera alegórica se tratan temas de iniciación, de aprendizaje, de pérdidas y de traspasos de un lindar a otro nuevo mundo del que todo nos es desconocido. En Caperucita se nos enseña a las niñas a que tengamos cuidado con lo que hacemos, cuando nos viene la regla, llegada que en el cuento es encarnada por la caperuza de la niña, y que es símbolo de la madurez sexual de la niña. En el cuento sacamos en claro una tesis muy clara: " Caperucita, ten cuigado, porque llegarán lobos acechantes que te comerán. Ahora tienes que tener cuidado sino el lobo te arruinará la vida". En otras palabras: ten cuidado de tu virgo, porque en cualquier momento cualquiera viene y te folla y ya la has liado. En Los zapatitos rojos los zapatitos simbolizan el deseo y la enseñanza que sacamos de él es " Nena, no puedes hacer lo que te salga del mondongo porque luego pagarás las consecuencias". Avisos, consejos, enseñanzas y maneras de enfocar un nuevo mundo que se nos es completamente desconocido. Los cuentos siempre nos advierten del camino que tenemos que seguir para que everthing will be ok.




Barba Azul es otro cuento clásico, como todos tiene dos millones de versiones y si quieres tú te puedes inventar una propia para ir contando por allí. La imaginación al poder.

Aquí dejo un link con el cuento de Charles Perrault para que lo refresquéis si no os acordáis o para que lo leáis a los que os apetezca:





Aquí os dejo trocillos de un análisis (no está completo) sobre el cuento que hace la señora Clarissa Pinkola Estés, escritora de "Mujeres que bailan con lobos", ensayo en el que la psicoanalista desgrana las enseñanzas que rezuman los cuentos clasicos desde una perspectiva psicoanalista. Puede una estar a favor o en contra de los planteamientos psicoanalistas, a mí personalmente algunos me parecen interesantes, pero muchos de ellos muy sectarios.... en fin, para gusto son los colores.

El fragmento que os copio y pego es un fragmento de la disertación de esta señora sobre el cuento. El trocillo que os pongo, que a su vez está recortado se llama "Devoradores de pecados", punto que me ha parecido interesting. Disfruten de la lectura.





Barba Azul es desde el principio hasta el final un "incisivo" relato acerca de la ruptura y la reunión. En la fase final del cuento, el cuerpo de Barba Azul es abandonado para que los devoradores de carne —los cormoranes, las aves de presa y los buitres— se lo lleven. Se trata de un místico final muy extraño. En la antigüedad, se creía en la existencia de unas almas devoradoras de pecados, personificadas por los espíritus, los pájaros, los animales y, a veces, unos seres humanos que, como el chivo expiatorio, asumían los pecados, es decir, los desperdicios psíquicos de la sociedad, de tal manera que las personas se pudieran purificar y redimir de los escombros de una vida difícil o de una vida mal vivida.

[…]

Esta acción de devorar los pecados y a los pecadores y su subsiguiente incubación y devolución a la vida constituye un proceso de individuación de los aspectos más despreciables de la psique. En este sentido, es justo y conveniente que la energía se extraiga de los elementos depredadores de la psique y se los mate por así decirlo para arrancarles sus poderes. De esta manera se pueden devolver a la Madre de la Vida/Muerte /Vida para que ésta los transforme y re—cree en un estado menos conflictivo.





Muchos especialistas que han estudiado este cuento creen que Barba Azul representa una fuerza imposible de redimir. Pero yo percibo un terreno adicional para este aspecto de la psique, no la transformación de un asesino en serie en un profesor entrañable como mister Chips, sino más bien en una persona que tiene que estar recluida en un espacio aceptable donde haya árboles y ella pueda contemplar el cielo y recibir una alimentación adecuada y tal vez escuchar música que serene su espíritu, en lugar de ser desterrada a un cuarto de atrás de la psique donde se la torture y se la insulte.

Por otra parte, no quisiera dar a entender que no existe el mal manifiesto e irredimible, pues no cabe la menor duda de que también existe. En el transcurso del tiempo se ha tenido siempre la mística sensación de que cualquier tarea de individuación llevada a cabo por los seres humanos modifica también la oscuridad del inconciente colectivo el lugar en el que habita el depredador. Jung dijo en cierta ocasión que Dios adquirió una mayor conciencia 6 cuando los seres humanos incrementaron su nivel de conciencia y señaló que los seres humanos hacen que el lado oscuro de Dios se ilumine cuando sacan sus demonios personales a la luz del día.

No pretendo saber cómo se produce todo eso, pero, siguiendo la pauta arquetípica, creo que es algo que se podría formular de la siguiente manera: En lugar de insultar al depredador de la psique o de huir de él, lo descuartizamos. Y lo hacemos rechazando los pensamientos divisivos acerca de nuestra vida espiritual y nuestro valor en particular. Para ello, atraparnos los pensamientos envidiosos para evitar que crezcan y causen daño, y los destruimos.

Y destruimos al depredador replicando a sus injurias con nuestras educativas verdades. Depredador: "Nunca terminas nada de lo que empiezas." Usted: "Termino muchas cosas." Destruimos los ataques del depredador natural, tomándonos en serio y trabajando con lo que hay de cierto en lo que dice el depredador y descartando lo demás.

Destruimos al depredador conservando nuestras intuiciones y nuestros instintos y oponiendo resistencia a sus seducciones. Sí hiciéramos una lista de todas las pérdidas que hemos sufrido hasta este momento de nuestras vidas, recordando las veces en que sufrimos decepciones y fuimos impotentes contra el sufrimiento o tuvimos una fantasía llena de adornos y de azúcar glas, comprenderíamos que ésos son los puntos vulnerables de nuestra psique. En estas partes deficientes y desvalidas se centra el depredador para ocultar su propósito de arrastrar a la mujer al sótano, extraerle la energía y hacerse con ella una tonificante transfusión de sangre.

Al final del cuento de Barba Azul, sus huesos y sus cartílagos se dejan para los buitres, lo cual nos permite comprender la profunda transformación que se ha producido en el depredador. Es la última tarea de una mujer en este último viaje "barbaazuliano": permitir que la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida despedace al depredador y se lo lleve para incubarlo, transformarlo y devolverlo a la vida.

Si nos negamos a prestar atención al depredador, éste se queda sin fuerzas y no puede actuar sin nuestra colaboración. En esencia, nosotros lo empujamos al estrato de la psique donde toda creación carece todavía de forma y lo dejamos que hierva lentamente en aquella etérea sopa hasta el momento en que podamos encontrarle una forma mejor. Cuando se entrega el energum psíquico del depredador, éste se puede configurar para otro propósito. Entonces somos creadoras y la materia prima reducida se convierte en la materia de nuestra propia creación.

Las mujeres lo descubren cuando vencen al depredador, toman lo útil, descartan lo demás y se sienten rebosantes de vitalidad y de fuerza. Han extraído del depredador lo que éste les había robado, es decir, el vigor y la sustancia. Extraer la energía del depredador y convertirla en algo útil se puede entender de las siguientes maneras: La furia del depredador se puede transformar en un fuego espiritual capaz de llevar a cabo una gran tarea mundial. La habilidad del depredador se puede utilizar para inspeccionar y comprender cosas desde lejos. La naturaleza asesina del depredador se puede usar para matar lo que conviene que muera en la vida de una mujer o lo que conviene que muera en su vida exterior, tratándose de cosas distintas en momentos distintos. Por regla general, la mujer sabe muy bien lo que son.

Extraer las partes de Barba Azul es como extraer las partes medicinales del beleño o las sustancias curativas de la belladona y utilizarlas cuidadosamente para sanar y ayudar. Entonces las cenizas que queden del depredador volverán a cobrar vida, pero con un tamaño mucho más reducido, mucho más identificable y con mucho menos poder para engañar y destruir, pues ya se habrán extraído muchos de sus poderes destructores y éstos estarán dirigidos a lo útil y lo pertinente.

Barba Azul es uno de los muchos cuentos didácticos que a mi juicio son importantes para las mujeres que son jóvenes, no necesariamente en años, en algún lugar de sus mentes. Es un cuento que gira en torno a la ingenuidad psíquica, pero también en torno al valeroso quebrantamiento de la prohibición de "mirar". Es un cuento que gira en torno a la descuartización del depredador natural de la psique y a la extracción de su energía.

Creo que el propósito del cuento es el de poner nuevamente en marcha la vida interior. El cuento de Barba Azul es una medicina que hay que utilizar cuando la vida interior de una mujer está atemorizada, paralizada o acorralada. Las soluciones del cuento reducen el temor, administran dosis de adrenalina en los momentos oportunos y –lo más importante para el yo ingenuo atrapado— abren puertas en unas paredes que previamente estaban en blanco.

Es posible en suma que el cuento de Barba Azul haga aflorar a la conciencia la llave psíquica, es decir, la capacidad de formular cualquier tipo de pregunta acerca de la propia persona, la propia familia, las propias actividades y la vida circundante. Entonces, como una criatura salvaje que olfatea una cosa y la husmea por arriba, por abajo y por todas partes para averiguar lo que es, la mujer es libre de buscar las verdaderas respuestas a sus más profundas y oscuras preguntas. Y es libre de arrancarle los poderes a la cosa que la ha atacado y de transformar estos poderes que antes se habían utilizado contra ella en su propio beneficio. Eso es la mujer salvaje.

[…] En el cuento de Barba Azul vernos de qué manera la mujer que cae víctima del hechizo del depredador reacciona y huye de él, ya preparada para la próxima vez. El cuento gira en torno a la transformación de cuatro confusas introyecciones que son objeto de especial controversia acerca de las mujeres: no tener una visión integral, no tener una profunda perspicacia, no tener voz original, no emprender acciones decisivas. Para desterrar al depredador tenemos que abrir con llave o abrir con ganzúa no sólo nuestra propia persona sino también otras cuestiones para ver lo que hay dentro. Tenemos que utilizar nuestras facultades para resistir lo que vemos. Tenemos que decir nuestra verdad con voz clara. Y tenemos que utilizar nuestro ingenio para hacer lo que sea necesario al respecto.

Cuando la naturaleza instintiva de una mujer es fuerte, ésta identifica intuitivamente al depredador innato a través del olfato, la vista y el oído, se anticipa a su presencia, lo oye acercarse y adopta medidas para rechazarlo. El depredador se echa encima de la mujer cuyo instinto ha sido lesionado antes de que ella advierta su presencia, pues su oído, su sabiduría y su percepción están dañados, sobre todo por culpa de introyecciones que la exhortan a ser amable, a comportarse bien y, especialmente, a mostrarse ciega ante los abusos de que está siendo objeto.
Psíquicamente es difícil establecer a primera vista la diferencia entre las no iniciadas que todavía son jóvenes y, por consiguiente, ingenuas, y las mujeres cuyo instinto ha sido dañado. Ni unas ni otras saben gran cosa acerca del oscuro depredador y, por este motivo, todas siguen siendo crédulas. Pero, afortunadamente para nosotras, cuando el elemento depredador de la psique de una mujer se pone en marcha, deja en sus sueños las inconfundibles huellas de su paso. Y dichas huellas conducen finalmente a su descubrimiento, captura y contención.

La cura, tanto para la mujer ingenua como para aquella cuyo instinto ha sido lesionado, es la misma: Practicar la escucha de la propia intuición, de la propia voz interior; hacer preguntas; sentir curiosidad; ver lo que se tenga que ver; oír lo que se tenga que oír; y actuar después de acuerdo con aquello que una sabe que es verdad. El alma recibe al nacer las facultades intuitivas. Es posible que éstas estén cubiertas por años y años de cenizas y excrementos, pero no es el fin del mundo, pues todo eso se puede limpiar. Frotando, rascando y practicando, la capacidad de percepción puede recuperar su estado inicial.

Si conseguimos sacar esta capacidad de las sombras de la psique, si ya no seremos unas simples víctimas de las circunstancias internas o externas. Cualquiera que sea la manera en que la cultura, la personalidad, la psique u otro elemento exija que se vistan y se comporten las mujeres, por mucho que los demás quieran mantener a las mujeres amordazadas y vigiladas por diez adormiladas dueñas o carabinas, cualesquiera que sean las presiones con que se pretenda reprimir la vida emocional de una mujer, nada podrá impedir que la mujer sea lo que es, que eso sea el resultado del inconciente salvaje y que se trate de algo muy pero que muy bueno.

[…]

Cuando recurrimos a la energía salvaje para compensar los efectos del depredador, ¿saben quién aparece de inmediato? La Mujer Salvaje se acerca salvando todas las vallas, los muros y los obstáculos que el depredador ha levantado. No es un icono que se cuelga en la pared como si fuera un retablo. Es un ser vivo que viene a nosotras en cualquier lugar y en cualquier situación. Ella y el depredador se conocen desde hace muchísimo tiempo. Ella lo persigue a través de los sueños, a través de los cuentos y los relatos y a través de la vida entera de las mujeres. Dondequiera que él esté está ella, pues es la que contrapesa sus depredaciones.

La Mujer Salvaje enseña a las mujeres a no ser "amables" cuando tengan que proteger sus vidas emocionales. La naturaleza salvaje sabe que el hecho de actuar con "dulzura" en tales circunstancias sólo sirve para provocar la sonrisa del depredador. Cuando la vida emocional está amenazada, el hecho de trazar en serio una línea de contención es no sólo aceptable sino también preceptivo. Cuando la mujer así lo hace, su vida ya no puede sufrir intromisiones durante mucho tiempo, pues ella se da cuenta inmediatamente de lo que ocurre y puede empujar de nuevo al depredador al lugar que le corresponde. Ya no es ingenua. Ya no es un blanco ni un objetivo. Y ésta es la medicina que da lugar a que la llave —la llave pequeñita con los adornos encima— deje finalmente de sangrar.


Y de regalo un área de "El castillo de Barba Azul" de Béla Bártok.

domingo, mayo 09, 2010

Realidades alteradas






La realidad es algo subjetivo aunque nos empeñamos en que sea un hecho objetivo, común para todos. Y muchas veces no es así, básicamente la mayoría del tiempo. A lo que Pepe llama verde Alberto también llama verde, pero.... ¿Perciben exactamente el mismo verde?. Muchas veces intentando esgrimir cuál es el color de algo uno ve un "marrón muy oscuro" y otra persona ve "negro". Ahí la realidad que percibe cada uno parece distanciarse. ¿Y si en realidad siempre está distanciada y somos como pequeñas islas que confluyen en algunos puntos pero en otros no? ¿Somos capaces de saber hasta qué punto nuestra percepción es diferente? No tengo ni puta idea.

Lo que sí que se que el montaje, ese gran amigo y aliado al que no le damos suficientemente las gracias es capaz de estirar una realidad para llevarla al opuesto. Otra vez todo es cuestión de percepción, o más bien de enfoque.


Me callo y os pongo el video para que veáis que de una misma imagen dependiendo del enfoque se pueden ver realidades bien distintas:





Trailer original de la película de Mary Poppins:


sábado, mayo 08, 2010

Flashmob fúnebre de "Desalmados"





Os esperamos esta tarde de sábado 8 de Mayo en la plaza de Callao para hacer un flashmob funerario para despedir la primera temporada de la serie.

Further info:

http://desalmados.com/flashmob-funerario/


Nos lo vamos a pasar teta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

jueves, mayo 06, 2010

Una historia más



Se juntarán los árboles y la hierba en un remolino donde nada parecerá estar en su sitio. Se hundirá el cielo y se levantará la tierra. Todo quezará entrelazado en un caos donde no se distinguirá nada. Los que sólo miren y no puedan ver correrán de un lado a otro desesperados buscando un amparo que no encontrarán. Sorteando piedras, rayos, y culebras correrán ansiosos como pollos con la cabeza cortada. Porque quien no sabe ver no puede tener cabeza. No se detendrán para escuchar la solución que siempre han guardado en una caja fuerte de cristal. Ni siquiera saben que la llave pende de sus ojos y que la cerradura está en el centro del corazón. Se apagará la luz y los cantos desesperados intentarán subir a los cielos pero perderán su fuerza y se extraviarán entre la marabunta del caos. Hablarán, pero no serán escuchados, todo será una lucha encarnizada para salvar algo que nunca quiso salvarse.

Todo se transformará. Las sillas pasarán a tener 6 patas, o quizás ninguna, nadie lo sabe, pero tendremos que acostumbrarnos a que el cambio es ya una realidad. Que siempre ha estado, aunque en potencia. Nosotros, que rechazamos la idea de que algo pueda cambiar sobre una tierra que es harto inestable. No se puede buscar la permanencia en un lugar donde todo es fugaz. Negándonos a ver el origen nos engulle el final.

El caos conseguirá la completa transformación de las situaciones negativas en oportunidades positivas y bendiciones.

Eulogio, mira cómo llueve maná sobre tí. Mira cómo llueve maná sobre mí. Abro mis brazos, abro mi boca y recibo la ambrosía que me ofrece este caos. Dentro de un tiempo todo volverá a estar en su lugar, en su nuevo lugar. Después de las tormentas siempre llega la calma y la calma llegará cuando deje de llover en nuestros corazones y en el caos que catapulta objetos deformados sobre nuestros cuerpos.


La vida comienza a saber como es algo que mi alma desea o imagina. Pronto el diamante estará tallado y podremos ver cómo brilla y con qué calidez lo hace la nueva luz.

domingo, mayo 02, 2010

Marcha atrás



Siguiendo la carretera las ruedas del coche levantan un polvo que esconde todo lo que se dejó atrás. Frenar delante de la garita del peaje, punto de no retorno. Traspasando la barrera del peaje se entra en una autopista, no hay vuelta atrás. El polvo quedó lejos, en una carretera secundaria, escondiéndolo todo. Telón de acero que salvaguarda el alma como si fuera el papel de buruja que envuelve una estatuilla de porcelana. Los pinos pasan volando, masa verde de múltiples tonalidades que se mezclan formando una masa contínua: arabescos verdes que asemejan el humo de una cachimba marroquí. Momento de relax en el que te quedarías dormida sucumbiendo a los brazos del sueño que te conquista desde el silencio del habitáculo del coche. El cielo, constante monocromática que se une allá lejos con el alquitrán de la autopista, el punto al que hay que llegar. Corre, corre, el reloj te va a atrapar. A medida que pasa el tiempo se va haciendo más grande y corre detrás tuyo por la autopista intentando atraparte, intentando aplastarte. Crash. Allí estás tú, tirada y aturdida en la cuneta con trozos de cristal incrustados en la cara, en los brazos, en tus manos, pero te levantas y continúas tu camino. Hay que alejarse antes de que el reloj se despeje de la desorientación del golpe. Te duele todo, te arrancarías medio cuerpo para no seguir sintiendo dolor, te tienes que marchar. Te empiezas a alejar; primero caminas, todavía te duelen las piernas por el impacto, pero a medida que coges confianza empiezas a darle más deprisa a las piernas, un paso, otro paso, una zancada, otra.... trote...... corre, corre, corre.... en cualquier momento el reloj volverá en sí e irá a la caza de tu cuerpo magullado. El reloj, que cada vez es más grande, como un tomate transgénico defectuoso que crece desproporcionadamente puede emprender otra vez su rodadura y te puede atrapar. No te puedes quedar atrás, camina, camina, camina o rebienta. No puedes ir al hospital que está al otro lado del peaje, sólo puedes ir hacia adelante, hacia el punto de fuga que se dibuja delante tuyo, siempre igual de lejos por más kilómetros que recorras. Corre, corre, corre hacia la tierra prometida donde te espera un hospital, una cama, una sopa de miso, una hambruguesa de cinco pisos, un lugar donde la hierba es suave como la seda y las nubes son algodones de azúcar. Corre hacia Oz o en el próximo impacto el reloj te pulverizará los huesos de la caja torácica y resquebrajará el corazón.

viernes, abril 23, 2010

Vuelven a la carga




Vuelven a la carga después de años de desaparición Lemon^Fly, un grupo sevillano que se echaba de menos.

Aquí os dejo el myspace para que lo cotilleéis y quien no los conozca los descubra.

http://www.myspace.com/lemonfly

A ver cuando vienen a Madrid, nunca los he visto en directo y me apetece ver cómo suenan clásicos como "Miénteme otra vez" y "Ojos de tormenta".

Encantada de volver a escucharos.

:D

jueves, abril 22, 2010

Pedacito de tierra




Todo viene, pasa y se va. Parece que nada permanece. Pero no siempre es así. Un día algo vuelve porque ya estaba, nunca se fue. Y como resultado te quedas con cara de boba alucinando con lo que te está pasando. Estaba y no estaba, estaba todo esconidito detrás de la alacena del cuarto de la plancha. Hoy te he encontrado otra vez. Ya te conocía, te había descubierto, descubrimiento que para mí fue tan emocionante como para Cristóbal Colón debió ser descubrir las américas. Te he vuelto a desubrir soplando el polvo que se habíaa acumulado por encima dela caja escondida donde te guardaba. Me he vuelto a sentir bien, excitada, nerviosa, pero tranquila, como si volviera a estar en casa después de años de búsqueda incesante de un hogar que no era el mío. Años de conquistas de otras tierras donde los bárbaros no me daban la bienvenida. He vuelto a la tierra prometida, a mi sitio, al lugar donde quiero y me apetece estar, donde el aire es más puro y donde la naturaleza crece a sus anchas sin que ningún jardinero venga a recortar ningún arbusto ni ningún pastor a encerrar a ninguna obeja. En esta tierra todo se autorregula de manera natural.

Has sido mi bocanada de aire fresco, tú siempre consigues sacarme una sonrisa y hacerme respirar. Eres aire en los pulmones, un aire que de tan fresco irrita los alveolos. Me haces reír. Me interesa muchísimo absolutamente todo de tí. Me encanta tu conversación; inteligente, cultivada, pero gamberra, emotiva y fresca, sobre todo fresca. Y cuando me haces reír y me diviertes haces preguntarme qué senderos habrán por ahí dentro todavía por descubrir y recorrer. No ha sido suficiente, muy poco tiempo, pero me ha ayudado a respirar. Además he vuelto a respirar tranquila abriendo bien mis pulmones, dejando todo el aire pasar.

Todo estaba desolado. Como si una tribu de bárbaros hubiera entrado a caballo a saquear mi cuerpo y mi alma. Sólo quedaba el silencio y la calma del día después de cien batallas que dejan de celebrarse porque ya acabó la guerra. La mayoría de las cosas que estaban patas arriba y enculadas han vuelto a su posición, y eso lo has conseguido tú con tu magia. Tu magia, mi magia perdida, la magia que es vital ha vuelto a llamar a mi puerta después de años de desaparición. Este lugar se empieza repoblar, estoy en plena posguerra. Pero en mi posguerra hay esperanza.



He visto toda la tarea de reconstrucción que he estado haciendo, también la que tengo que hacer y de lo que has hecho tú con tu llegada: me he dado cuenta de repente de lo mucho que te he echado de menos todo este tiempo. Ni te lo imaginas, te he echado tanto de menos....

Yo tamoco me lo imaginaba hasta que me ha dado en las narices contigo. Necesito aprendera ser flexible conmigo misma, menos cabezona, más transigente, menos perfeccionista; necesito menos temperamento de institutriz estirada con mi propia pupila, que no dejo de ser yo. Y tú me haces ver que no tengo que tener prisa, que me lo tome con calma, sin ningún tipo de ansiedad. No eres ningún salvador, de esos que van salvando mujeres en situaciones chungas. Sabes que es mi proceso, pero lo entiendes, te interesas, me dejas allí sin sacarme ojo de encima, pero con la comprensión y la templanza que sólo se tiene cuando se siente amor.


Y lo que necesitaba no era que me solucionaras nada, son cosas mías. Sólo necesitaba cariño, cerrar los ojos y reducir mi espacio al tuyo para volver a sentir mi espacio. Vuelvo a estar en mi espacio, EN MI SITIO, de nadie más, en mi lugar. Pero también tengo mi lugar compartido, mi otro lugar, un espacio donde estás tú conmigo. Por ese tipo de cosas la vida merece la pena. Y eso no todos lo entienden, tú sabes que soy una leona que muta a gatita dulce y mimosa - felina que necesita su espacio propio-. Y tú me lo respetas y me lo alimentas, y te sientes orgulloso de que lo tenga, no tienes miedo. Te gusta que me vaya a mi sitio porque sabes que para mí es vital. También sabes que después de irme vuelvo, porque quiero, porque es mi decisión, porque mi vida contigo es mucho más bonita y tiene todos esos colores que no sabía que existán que quiero saborear... y los que me falta por descubrir. Y me has hecho feliz. Mi corazón ha vuelto a sonreír por unos instantes. Sigue sonriendo.
No me acordaba de lo que era que mi corazón soltara una sonrisa de arteria a vena, que se abriera de par en par como una ventana sureña en pleno agosto. Y se ha iluminado todo. Una luz brillante, caliente, de esas que acarician y te dan ganas de dormir. Y quiero más. No me conformo, ahora que has vuelto todo tiene más color y quiero todo el espectro de colores, tengo mucha hambre de color porque no hay nada peor que haber vivido tanto tiempo en blanco y negro. Pero yo no estoy del todo y tú no estás del todo y quiero que me abraces. Quiero sentir tus brazos rodeándome y sentir en el vientre tu panchulina. Volver a casa queriendo volver. Desear que llegue ese momento de la vuelta a casa después de un día de perros y poderte decir- estoy muy contenta, soy feliz, pero cuando tú estás soy infinitamente más feliz-.

Contigo me entiendo. Te entiendo y nos entendemos. Hay un algo que por más que he buscado durante tu ausencia y durante el tiempo en el que estuviste cerca, pero no quisimos más que en la distancia próxima...

Me acuerdo con una sonrisa tonta de aquella fiesta de aquel verano, de aquel momento, de aquella vez que nos descubrimos de verdad y desnudamos nuestras almas en silencio, de cuando hablábamos sin hablar, de esa conexión, aquella pregunta que me soltaste porque querías que entendiera algo que nadie te entendía, pero que yo comprendía tan perfecamente, de aquel día en el que querías venir, pero no podías...




Te miro y no ha pasado en absoluto el tiempo. Parece una goma elástica que se empeña en revivir en vivo y en directo algo que pensaba que no se podría repetir ni contigo ni con nadie más, ya ves cómo son las cosas.

Ahora muchas cosas vuelven a tener vida y vuelvo a tener ilusión por esto y por aquello y por lo de más allá, porque eres un muy buen compañero, el mejor.

Esta vez no tengo miedo.

Esta vez no tengo miedo.

Nada me da miedo, y eso que no soy tan valiente como para no sentir miedo. Pero no lo tengo. Porque te conozco, porque me conoces, porque sabemos cómo somos y sabemos qué es eso tan fuerte que hay que ya desde que nos conocimos sucedió. Eso que no nos ha pasado nunca con nadie más, ni antes, ni después y que vuelve a pasar. Ironías de la vida, encima con la misma intensidad. Me paro a pensar y al no entender y a la vez entenderlo todo pienso que me va a estallar la cabeza. Otras veces algo parecido me ha visitado, pero no lo mismo. Es que esto es diferente, no es como otras veces, fue diferente, es diferente, sólo me ha pasado así, de esta manera, con esta intensidad y esta belleza una vez antes. Otra vez por ironías de la vida, porque la vida es muy juguetona, fue contigo. Porque puedo y pude bucearte y lo que ví fue precioso, el estanque más bonito de la tierra, el fondo del mar más poblado y rico. Mi pedacito de tierra en medio de un mar embravecido. Ahora me gustaría que estuvieras, que me dijeras que dejara ya ese libro que me tiene enganchada hasta muy altas horas de la noche. Te preguntaría "En qué estás pensando?" y me hablarías de secuencias de persecuciones, de estallidos, de cosas que tienes que imaginar, pensar y hacer y que resuelves tan bien, porque eres un geniecito. Secuencias de persecuciones, y me reiría, porque es que de verdad, conociéndote, aunque las resuelves de puta madre porque eres un genio, pero.... no te pegan, tampoco una secuencia de telenovela. Me volvería a reír.

Tienes pinta de tipo duro, varonil, serio, reservado y no se equivocan. Pero vas mucho más allá de ese estereotipo. Eres inteligente, sensible, sabes escuchar, eres tierno, eres generoso, amable, respetuoso y mucho más. Además tu amor y tu ternura son inconmensurables. Eres como la miel; aparemente seca, pero suave como el terciopelo y dulce como el turrón de guirlache.

Volviendo a casa me ha parecido volverte a ver otra vez, pero era otro, se parecía tanto a tí, pero no tenía ni tu aura ni tus ojos. Aunque debo reconocer que ha dado un vuelco en el corazón. Vuelve a latir y yo todavía no me lo puedo creer. Durante estos dos años aunque no estabas secretamente latía y ahora me doy cuenta de que latía no porque fuera feliz, sino porque supo que un día latió con fuerza y amor. Y has vuelto así de repente y yo todavía no me lo puedo creer. Tengo tantas ganas de que llegue este verano, de ir a una cala escondida con la cesta de picnic y de volverte a ver sonreír porque me hace mucha gracia cuando tienes la nariz llena de arena. Bailar en aquella terraza de las velas con dos gin tonics viéndote bailar mientras disimulas ese acento pueblerino. Ir a ver exposiciones de fotografía y pegarnos al sofá en una de esas tardes de casi 40º. Tengo tantas ganas de que llegue el verano y de que lo compartas conmigo que ahora mismo saldía a correr por la calle en busca del mes de junio para traerlo aquí. Tú siempre me devuelves la ilusión. Te he echado tantísimo de menos... y es ahora cuando me doy cuenta. Qué tonta, pero qué imbécil y gilipollas he sido.



La poca concentración y el cielo de Madrid





Esta semana está siendo mortalmente aburrida. Se me escapa el tiempo de las manos y la faena se amontona sobre la mesa. Puede que hoy tenga algo más de suerte y me visite la inspiración divina. Mi sobrina ha aprendido a dar la vuelta a las páginas de los libros. El tiempo pasa volando. Cada día aprende algo nuevo, hace algo nuevo, descubre algo nuevo. Se pasa la mayor parte del día con los ojos como platos descubriendo un millón de cosas cada segundo. Sin embargo el tiempo para mí cobra una dimensión distinta. Unas veces me parece que pasa muuuy deprisa. Otras me da la sensación de que pasa muy despacio, espacios durante los que no me entretengo en descubrir cosas nuevas porque casi nada, ni viejo ni nuevo me interesa. A veces tengo la sensación de que por más tiempo que pase no pasa nada, pero sé que es mentira. Siempre pasa algo. Sé que suceden muchas cosas mientras creo que el tiempo está en suspensión, como congelado, perdido en una dimensión que no es la suya. Creo entender que no está aquí el tiempo, que está allí. Allí, en esa dimensión el tiempo está asustado, tanto que se ha paralizado y vive congelado esperando un rayo de sol. Frotándose las manos para entrar en calor. Soplándose los nudillos para volver a tener algo de sensibilidad en la piel. Tapándose con una manta de lana para desentumecerse. Comiendo turrón de guirlache y fumando un habano. Dibujando arabescos en el aire, en el cielo, en la vía lácte. Él sabe que sólo entrará en descongelación en algún momento. Pero ese momento es incierto; podría ser hoy, mañana o vete a saber cuándo.... qué putada ser el tiempo y esperar a que pase el tiempo. Y allí en lo alto, en un lugar al que no pertenece sigue el tiempo, soplándose los nudillos, en un lugar en el que no pasa nada pero desde el que se ve el cielo de Madrid, que desde hace unas horas luce con una extraña calidez.

A sangre fría




"A sangre fría" me tiene fascinada. Os recomiendo la lectura encarecidamente. Todavía no puedo escribir mi opinión porque no he acabado, así que aquí os dejo algún dato:

http://es.wikipedia.org/wiki/A_sangre_fr%C3%ADa_%28novela%29

http://www.monografias.com/trabajos17/a-sangre-fria/a-sangre-fria.shtml

Por cierto, acabo de ver en mi teléfono móvil que mañana es Sant Jordi, el día del libro (no sólo en mi tierra). Buen regalo sería "A sangre fría", magnífica lectura, aunque haya a quién un libro de semejante temática no le parezca el tipo de libro que se debe regalar en un día ñoño. A mí me parece un regalazo, lo importante de los libros son cosas que van más allá de las temáticas.

miércoles, abril 21, 2010

Lluvia ácida



Amparo, mi vecina dice que destienda las sábanas del patio de luces, que va a llover, y como según ella "las partículas del volcán están en suspensión en el aire cuando explote la tormenta lo hará en forma de lluvia ácida y a ver quién tiene narices de salir sin paraguas, nena, saca las sábanas que te vas a quedar sin ellas".

Tengo sábanas amontonadas desde hace una semana. No las lavé antes porque llovió y no las lavé ayer porque tenía mucha ropa por lavar y tenía la ropa prioridad. Miro por la ventana y veo los dos conjuntos de sábanas balanceándose sobre las cuerdas. Secándose poco a poco. Cuánta tela hay, cuánta tela para mí sola, tela que se enrolla como una boa por las noches y sube desde mis pies hasta asfixiarme el cuello. Vueltas dan las sábanas sobre mi cuerpo cuando supongo yo se mueve asustado o excitado por un sueño, sueño que no consigo nunca recordar. No me acuerdo de los sueños, hace tiempo ya. Quizás será lo mejor, no acordarme de lo que por las noches salta el telón de mi propia censura y se pone a bailar delante de mis ojos en una danza macabra. Supongo que será así porque tengo las encías a punto de explotar. Me levanto por la mañana, desenrollo las sábanas de mi cuerpo y me descubro mordiendo todavía ferozmente la placa de descarga de los dientes y con un sueño que sólo quiero que la sábana se vuelva a enroscar de la misma manera que lo hizo de noche sobre mi cuerpo.
Tanta tela y nada que cortar. Me pregunto por qué últimamente llueve tanto, será que es primavera y es verdad que es tiempo de que llueva, pero no me apetece. El otro día me corté el pelo, el corte de siempre. Mientras me cortaba el pelo mi peluquero cerré los ojos, no quería ver el proceso. En un momento dado medio abrí un ojo y me sorprendió la imagen. Por fin después de mucho tiempo era yo la imagen que me devolvía el espejo. Ya no me sentía una extraña muy parecida a mí. Una falsa ilusión se apoderó de mí, me puse tan contenta que no cabía en mí de la felicidad y me dediqué un buen rato a acariciarme la cabeza, como si por un lado fuera una madre que acaricia con amor a su hija y también fuera la hija que cierra los ojos de placer por sentir todo el amor de su madre. Le dije a mi peluquero que me había hecho la persona más feliz del mundo, se puso muy contento el chaval, aunque cuando volví a casa y me lo miré mejor ya no me gustó tanto, me hubiera gustado más escalado. Pero lo importante es que me volví a ver... volvía a ser yo.

Y esperando estoy a que las sábanas se terminen de secar antes de que caiga la supuesta lluvia ácida, con un dolor de cabeza que no puedo con ella. Pensando en cosas que me hacen pensar mis sábanas colgadas mientras intento alargar el momento de ponerme a trabajar porque no me apetece un culo. Esta semana estoy siendo muy mala trabajadora, pero necesito mi tiempo. Necesito ser menos inflexible conmigo misma, necesito mimarme y concederme un respiro en todo, porque si no un día voy a estallar como la abuela Inge del cuento de Galeano. Y encima estoy así, como el tiempo. Menos mal que me espera Bilbao este fin de semana, espero que sea el soplo de aire fresco que necesito, porque si no tendré que respirar por una pajita mucho más tiempo y estoy harta, no quiero, me niego a estar así. Y hay muchos calcetines por recoger, mucho polvo que barrer, anacardos por comer compulsivamente, "A sangre fría", que es fascinante y una tele donde salen personas y se oyen cosas que yo no escucho. Es como si el mundo no tuviera ni música ni ruído. Todo es como una tele con el mute puesto. Todo me resulta aburrido. Todo me resulta mecánico. Todo pasa por delante, como esas imágenes a cámara rápida de las cámaras de seguridad de los supermercados y sueño con no sólo volverme a ver en el espejo y reconocerme, sino sin necesidad de verme poder reconocerme de una puta vez.


Ya es primavera.



Caminando por la calle a altas horas de la noche siempre acabas encontrando farolas encendidas, aunque vengas de un bosque donde parecía que la electricidad no llegaba.

lunes, abril 19, 2010

Cenicienta de fin de semana



Fin de semana desfibrilador. Ya no me acordaba de lo que era eso. Qué música más buena, qué risas, qué buena que está la cerveza bien fresca. Qué bien sienta explorar nuevos horizontes frescos, diferentes, entrañables, bizarros. Qué divertido es eso de irte para no volver hasta no estar muerta del cansancio. Bailar hasta morir. Tomar chupitos de color negro que te vuelven flexible. Reírte, dientes perfectamente alineados que te sonríen. Granjas de renders y un lago en la sierra. Ver que hay vida en muchos sitios, que hay cosas que están vivas y no muertas y transformadas en una especie de zombie. Saltar de alegría, reír hasta morir. Lástima que el cuerpo no aguante lo que aguantaba antaño, pero la alegría de vivir puede con todo.



Prodigy - Smack my bitch up
Cargado por bebepanda. - Explorar otros videos musicales.

martes, abril 13, 2010

Los cuentos del día a día




Ayer por la tarde le dieron a María una bolsa donde ponía una cosa muy bonita. Control pincha constantemente cosas que ya ves...

"Un viejo indio estaba hablando con su nieto y le decía:

Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión.

El nieto preguntó:

Abuelo, ¿Dime cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?


El abuelo contestó:

Aquel que yo alimente."



Menuda pinchada en toda regla de control.

Después de leer lo que ponía en la bolsa María, que en las últimas semanas se había quedado muda y nadie sabía por qué motivo ni causa de repente, así como si nada se arrancó a hablar. Eso no fue lo que sorprendió a sus compañeros de la oficina, porque antes de quedarse muda hablaba por los codos. Lo que les sorprendió es que por primera vez María hablaba con el corazón. María casi sin pensar vomitó la siguiente confesión:

"Y pasó el viernes, y luego el sábado y luego el domingo, y el lunes y hoy el martes y mañana será miércoles, pasado jueves y necesito un respiro porque si no no sólo tendré esa infección en el ojo que me lo está matando, sino que enfermaré todita yo. No puede ser que una viva sólo para trabajar, llegue a casa, no tenga un respiro porque tengo que continuar y encima en casa todo esté por hacer, porque o me lo hago yo o me lo como yo porque no lo hace nadie por mí. Montañas de ropa que no conversarán, papelajos por reordenar que no me dirán "venga, relájate, vámonos de cañas", un ordenador que no quiero ver ni en pintura, pero que tengo que abrir porque tengo que continuar.... trabajar, trabajar, trabajar, cuanto más trabajo al contrario de lo que siempre había pensado más me va vaciando, ironías de la vida... A veces me planteo si vale la pena tanto esfuerzo. Porque ya no sé qué es lo que vale la pena, encrucijadas de la vida, es como la encrucijada del corazón, como los lobos que habitan las cuevas del corazón, unos salvajes, despiadados, enojados y violentos y otros llenos de amor y de compasión. Yo no sé a qué lobo estoy alimentando porque no sé a qué lobo debo alimentar. Soy como una caperucita que huye delante de una manada de lobos tragándose toda clase de porquerías en forma de bollería industrial, chucherías y colesteralia varia para acallar los rumores que de la cabeza descienden al corazón. Esos rumores que sé que si no los aplaco van a bajar a alimentar a los lobos malos. Y yo en el fondo no quiero alimentarlos porque sé que mis lobos son muy fieros y muy malvados. Están allí, aullando, enseñando las fauces, dispuestos a atacar, a saltar a la yugular o donde haga falta. Tienen los ojos inyectados en sangre porque no les gusta estar atrapados. Tengo que liberarlos. No lo sé. Algo tengo que hacer, pero de tanto darme contra la pared me encuentro desorientada. No sé cómo explicarlo! Llevo todas estas semanas intentando encontrar la manera, por eso decicí no hablar hasta que encontrara la manera, pero es imposible encontrar la manera, porque sé que en cualquier momento, en un descuido los lobos malos se van a lanzar encima del alimento, que soy yo y todo estará perdido. Porque los lobos buenos siempre esperan a que tú les des, los malos no esperan, roban. Y puede que hoy los lobos malos se den un atracón. Y si se lo dan momentáneamente, como me pasa a mí cuando me doy el atracón de comida por las noches se sentirán muy bien, tranquilos y relajados, pero cuando ya se haya acabado el festín de la maldad mi corazón y mi conciencia se sentirán tan mal como me siento cada noche después de ponerme morada a grasa. Por eso no quiero alimentarlos, pero no encuentro la manera para mantenerlos alejados de la comida... Además me da mucha rabia haber declinado esa cita que tenía hoy y que hacía tanta ilusión. Estoy condenada a estar atada a este ordenador, a esta vida, a esta desazón...
¿Qué canción más bonita están poniendo en la radio de quién es?"

Y alguien contestó:

"De York".

Otro replicó.

"No, tonto, de Björk".


domingo, abril 11, 2010

El domingo por la tarde las señoritas van a pasear.




El domingo por la tarde las señoritas van a pasear. Se embuten en sus mejores galas, se encaraman a unos zapatos de tacón y salen a la calle acompañadas por su bolso de mano y sus amigas. Van a tomar un café, o una cerveza. Comentan sobre lo que les pasó el sábado por la tarde en el cine, o en el guateque o en la parte de atrás de un coche desvencijado en lo alto de una colina.
Yo no salgo a pasear. Yo no me puedo permitir ese lujo, a veces dudo ser una señorita y entiendo que mis primos se rían de mí cuando a mí no me cuentan como una señorita en maratones de belleza en las que las otras féminas de mi familia se sumergen para estar guapas en una fecha señalada. A mí ya me da un poco igual eso de estar guapa o no, creo que ya no me interesa. A mí me interesan otras cosas, me interesaría arrancar estas cadenas que me fijan al suelo y no me dejan alzar el vuelo. Me gustaría viajar muy lejos pero desde el sitio donde estoy. No necesito irme, sólo necesito elevarme un poquito. Salir de esta "nieve televisiva" en la que me encuentro, donde todo es blanco o negro y como mucho tiende a gris. Yo necesito color. Los domingos por la tarde las señoritas salen a pasear ataviadas con ropajes y complementos de mucho color, pero yo no necesito color en mi ropa, sino necesito poner color en este desierto.

Me arrancaría la piel para dejar de sentirme una idiota. Me gustaría sacarme el corazón y meterlo en un bahúl de cristal para que no se acelerara por las noches y empezara a latir tan fuerte que parece que se me va a salir por la boca. Me gustaría disfrutar del sol que está masajeando el cuerpo de otros que están estirados sobre la hierba. Ese sol que calienta a las señoritas que salen a pasear.

Me gustaría que todo fuese normal, que tuviera la normalidad de la persona normal, pero eso sé que tampoco es lo que me gustaría. Me gustaría que llegase color para realzar el color que se está apagando. Me gustaría que la magia del color me sacara una sonrisa y me hiciera olvidarme de mis quehaceres diarios, de planchar la ropa, de hacer la comida, de cuidar del palomar, de llevar a los pequeños al colegio y hacerles la rebanada de pan con vino y azúcar de la merienda...
Me gustaría arrancarme la lengua para no hablarme, me gustaría que las cosas fueran menos complicadas, que no hubiera tanta tierra por arar, que pasara esta semana y que ya fuera sábado de la semana que viene y sólo es domingo, domingo por la tarde. Un domingo por la tarde que preveo que se va a alargar hasta altas horas de la madrugada. Y mientras tanto sigo luchando contra la pereza que me impide bajar a la farmacia a por Passiflorine. Sé que si no voy a por una botellita de Passiflorine me voy a arrepentir. Sé que es un placebo, pero si no está me siento descubierta sobre una tierra donde sólo hay viento. Como si durimera en una cama sin manta ni acompañamiento en pleno invierno. Sentiría como si faltara algo que a efectos da igual que esté o no, porque es sólo un placebo. Pero los placebos de vez en cuando surten su efecto. Me van a estallar los ojos de tanto mirar a una pantalla.


martes, abril 06, 2010

Celebración





Pongámonos los zapatos, la camisa listada,
el traje azul aunque ya brillen los codos,
pongámonos los fuegos de bengala y de
artificio,
pongámonos vino y cerveza entre el cuello
y los pies,
porque debidamente debemos celebrar
este número inmenso que costó tanto
tiempo,
tantos años y días en paquetes,
tantas horas, tantos millones de minutos,
vamos a celebrar esta inauguración.

Desembotellemos todas las alegrías
resguardadas
y busquemos alguna novia perdida
que acepte una festiva dentellada.
Hoy es. Hoy ha llegado. Pisamos el tapiz
del interrogativo milenio. El corazón, la
almendra
de la época creciente, la uva definitiva
irá depositándose en nosotros,
y será la verdad tan esperada.

Mientras tanto una hoja del follaje
acrecienta el comienzo de la edad:
rama por rama se cruzará el ramaje,
hoja por hoja subirán los días
y fruto a fruto llegará la paz:
el árbol de la dicha se prepara
desde la encarnizada raíz que sobrevive
buscando el agua, la verdad, la vida.

Hoy es hoy. Ha llegado este mañana
preparado por mucha oscuridad:
no sabemos si es claro todavía
este mundo recién inaugurado:
lo aclararemos, lo oscureceremos
hasta que sea dorado y quemado
como los granos duros del maíz:
a cada uno, a los recién nacidos,
a los sobrevivientes, a los ciegos,
a los mudos, a mancos y cojos,
para que vean y para que hablen,
para que sobrevivan y recorran,
para que agarren la futura fruta
del reino actual que dejamos abierto
tanto al explorador como a la reina,
tanto al interrogante cosmonauta
como al agricultor tradicional,
a las abejas que llegan ahora
para participar en la colmena
y sobre todo a los pueblos recientes,
a los pueblos crecientes desde ahora
con las nuevas banderas que nacieron
en cada gota de sangre o sudor.

Hoy es hoy y ayer se fue, no hay duda.

Hoy es también mañana, y yo me fui
con algún año frío que se fue,
se fue conmigo y me llevó aquel año.

De esto no cabe duda. Mi osamenta
consistió, a veces, en palabras duras
como huesos al aire y a la lluvia,
y pude celebrar lo que sucede
dejando en vez de canto o testimonio
un porfiado esqueleto de palabras.

Hoy es martes





A mar revuelto ganancia de pescadores. Tras la tormenta siempre llega la calma y la indiferencia. Aunque a priori pueda a parecer prácticamente imposible llega un momento en el que después de la catarsis ya te importa todo un bledo, y te da igual. Es curioso cómo en poco tiempo se metamorfosea en algo que ni te esperabas. Pensabas que el fin iba a traer trsiteza, sin embargo se la ha llevado. Es alucinante el poder de la mente y del corazón, también el de la indiferencia, que creees que no existe, pero un día se presenta para instalarse allí y plantar un árbol.

sábado, abril 03, 2010

Y yo apartadica me río de Janeiro y de los necios






Esta canción de Renato Carosone explica cómo se siente mi corazón a día de hoy. COmo en la canción está de fiesta interna. Más feliz que una perdiz, pensando en por qué fui tan tonta y no sacudí el mantel antes.



Y lo más gracioso es que al sacudirlo y haber visto con claridad las migas que soltaba el trozo de tela ni siquiera me ha dado pena desperdiciar esa comida.

se crede 'ca me faccio 'osangue amaro, se crede'ca 'mpazzisco e po' me sparo
chello lla' nun sape che piacere'ca me fa
me ne piglio nata cchiu' bello
e zitello restarra' chello lla'...

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