miércoles, abril 06, 2011

La llamada telefónica de la habitación 206



Foto de la Chica Serpiente del Gran Circo Verona


Si, sí, sí, sí.... tú dices que lo he hecho bien, pero no tengo la sensación de haberlo hecho bien. Es que no lo he hecho bien, por eso ha pasado lo que ha pasado. Los nervios, que de repente suben y explotan en la cabeza como si fueran fuegos artificiales, y cuando explotan generan una reacción en cadena en el resto del cuerpo. Y eso no es lo peor. Lo peor es que yo no lo sabía, pero el cuerpo está lleno de polvorines, y cuando pasa lo que te acabo de contar explotan polvorín tras polvorín... Hasta llegar al más peligroso, ese que está escondido en una parte del cerebro que cuando hace click se va lejos, lejos, que deja de controlar absolutamente nada.

[Habla Jane pero no se oye lo que dice]

Dices que hay cosas que están muy claras y que lo que hice aquel día no iba desencaminado. Que lo hice bien. ¿Que lo hice bien? Dices, digo, Diego. Cada día es más de lo mismo, es una montaña rusa en la que vas, en la que voy, en la que vamos a... ninguna parte. No es nada fácil la vida en el circo. Estaba cansada del circo, de la carpa, de los leones maltratados... hasta de la mala puta de la payasa.

[Habla Jane pero tampoco se oye lo que dice]

A veces pienso, bueno, a veces no, sólo cuando caemos en un pueblo más grande donde paradójicamente no hay nada que hacer. Pienso en lo que nos pasa y siempre llego a la misma conclusión, que caminamos en círculo como los caballitos pony de la feria, y como ellos en su noria pisamos una y otra vez la misma mierda. Y encima aguantando a los niños que se zampan sobre sus lomos un algodón de azúcar. Niños que ríen de felicidad, berrean a sus padres que le hagan fotos, te dan patadas en el vientre de la excitación y alegría. Es un puto chiste obsceno. Tú debajo jodida y ellos arriba jodiendo contentos. Yo soy el pony pisa mierda, el destino esos niños odiosos que se lo pasan en grande aplastándome el lomo y comiendo chucherías ignorando tus necesidades, sólo pensando en su disfrute. Lo odio.

El chaval nuevo de la ventana de enfrente me está mirando por la ventana mientras se lava los dientes. Cuelga la ropa en las rejas de las ventanas, y pienso yo que se quedará más sucia que antes de meterla en la lavadora, porque generalmente no se suelen limpiar las rejas y acumulan polvo y mierdas de Palomas. Mientras hablamos no puedo dejar de mirar a través de la ventana, no veo, no miro, simplemente mantengo la vista en suspensión esperando que pase algo. Cuando generalmente nunca pasa nada. Miro la ventana de mi vecino esperando que suceda lo que no me pueda imaginar, algo sobrenatural, algo diferente, algo interesante, no como su ropa tendida y su figura con un cepillo de dientes colgado en su boca. ¿Es que nunca va a pasar algo diferente Jane?

[Habla Jane pero no se oye lo que dice]

Ha apagado la luz. Y al final esta noche tampoco ha pasado nada. Toda esperanza por ver una historia extraordinaria tras el cristal se ha quedado en nada. Quizás mañana... ¿Sabes? Hoy estábamos hablando en el comedor del hospital sobre "Un tranvía llamado deseo". Hablábamos sobre el personaje de Marlon Brando, de su primitivismo, de su fuerza, de su furia, de su testosterona. Y luego ha venido Blanche. La creatividad, la sensibilidad, el refugio en la imaginación, la elegancia de lo que otros consideran locura. Porque es así. Ser diferente, ser imaginativo, querer volar a otros Paraísos no está bien visto en un país para rudos. Tenesse Williams, Tenesse. Espera un momento.

Ha venido la Señorita Wright a darme las pastillas para el dolor y ahora he perdido el hilo. No sé de qué te estaba hablando.

[Habla Jane]

Pues no sé, pues eso Jane, lo que te decía, que no sé qué me ha pasado. Por lo que me dice el médico creo que la he liado parda, pero Parda Bazán. La cagué mucho porque aunque no me quieren decir nada sé que estoy muy malita. Me duele todo y no sé, es algo que intuyo... pero sé que las cosas no van bien, claro, desde la perspectiva de un médico que te quiere salvar la vida... Pero te digo una cosa, creo que si la cagué fue por algo, fue una cagada voluntaria, no fue un descuido, son muchos años de circo. Por primera vez he sentido que la he cagado por un motivo, y además sabes que ha sido en algo que era imposible que me saliera mal....

[Habla Jane pero no se oye lo que dice]

La verdad es que fui consciente cada minuto, cada segundo... fui consciente de que lo hacía porque no me gustaba cómo estaban yendo las cosas y cómo me sentía yo allí. Y como no soy de esas que saben decir no, como soy muy francesa, porque, creo que nunca te lo he dicho, pero nací en Pas de Calais, pues en lugar de eso lo que hice fue boicotearlo todo hasta que reventó y cayó por su propio peso. Aunque debo confesar que estoy un poco arrepentida.

[Habla Jane pero no se oye lo que dice]

Sí, ahora que estoy calmada en esta cama abatible mirando el techo todo el santo día pienso que quizás me precipité. ¿A quién se le ocurre montar aquel cirio en el cumpleaños del excelentísimo John B. Mayers?.Jajajajajaja...Pues a mí, parece que no me conoces.

[Habla Jane pero no se oye lo que dice]

Tuvo que tener su gracia, no me jodas. El careto que pondría Mildred, el de Robert Joe, jajajajaja.... Me apetecía hacerlo a lo grande, como sólo "La chica-serpiente" se merece... No quise darle de comer en 6 semanas, estaba muerta de hambre. Se me enroscó como siempre, me mordió, pero aguanté el tirón, me apretó y no había manera de sacármela de encima. De lo demás no me acuerdo de nada, todo me lo habéis contado tú, el gerente y la Señorita Wright, que es muy atenta y muy positiva. Ella quiere que me ponga bien, es de esas egoístas baratas que disfrazan el egoísmo en altruísmo porque son incapaces de salvarse por sí solas. Necesitan salvar a los demás para encontrar su redención. A mí me parece bien, me hace la vida mucho más fácil, me pone la cuña, me lee el periódico, me hace friegas de no sé qué.. el veneno me ha dejado fatal. Dice la Señorita Wright que encima he tenido suerte. Menuda gilipollas.

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