Pues queramos o no, nuestras hormonas nos obligan a colgarnos por gente, queramos o no, lo intentemos evitar o aunque nos lo neguemos, no hay 'tu tía', todos caemos. El problema es que estamos programados para procrear y el 'amor' es un invento de la naturaleza para que lo hagamos y así se asegure la continuidad de la especie. No es algo guay y único que nosotros hemos inventado, no, estamos programados para ello con un fin muy concreto que no solemos asociar a estar enamorados que es, como ya he dicho antes, expulsar de tu cuerpo churumbeles ( aunque biológicamente no sea posible en parejas homosexuales, también existe en cierto modo el rollo de los renacuajos, recordemos la lucha por el derecho de adopción que mantienen muchas parejas del mismo sexo).
El amor no es más que un engaño de la biología cuyos efectos secundarios (a veces muy bonitos, a veces insufribles) son que nos inventemos poemas, canciones, pelis románticas de Sandra Bullock, que llamemos a 'Hablar por hablar' para contar nuestro caso y suspiremos delante de unos Ferrero Rocher regalados por el objeto de nuestro deso/amor (porque Isabel, con Ferrero Rocher nos ha conquistado).
Pues queramos o no caemos... todos somos humanos, por más pose de 'guays' que tengamos.
El amor es dulce pero también es amargo. Besas y muerdes. Amas y odias. Idolatras y humillas. Hablas y mantienes un silencio inaguantable. Quieres y no quieres. Vives sin vivir en tí jijijijiji.... Los molinos de viento esparcen las feromonas y todos nos queremos y amamos mucho y esas cosas tan bonitas de la muerte,O_O
El problema son las espectativas. Siempre en todo y también en el amor el problema son las espectativas. Pensamos muy racionalmente con nuestro cerebro posmoderno 'yo paso tres pueblos de las espectativas, yo vivo el momento'. Pues NO, y una mierda. SIEMPRE creamos espectativas en todo lo que hacemos porque las metas son aquello que nos da coraje y ganas para seguir escalando la montaña (rusa) de todo. Sin espectativas, que no son más que los múltiples objetivos no hay ni hacemos ná de ná.
Cuando la naturaleza une amorosamente un individuo A con un individuo B cuyas espectativas son diferentes: CAGADA, la cosa no va a funcionar por más amor y atracción que haya. Es imposible que la cosa continúe. ¿Por qué? Pues otra vez más, y gracias (o no) a la sabia naturaleza, el ser humano se ha ido reprogramando durante la evolución de su especie no sólo para hacer niños, sino para cuidarlos y subirlos (a parte de imposiciones socio-culturales varias)... y si los dos amantes no tienen los mismos o parecidos proyectos vitales, espectativas ante la vida, etc., etc. todo se va a la puta mierda. Así que una vez más 'lof is in di er' y como el aire es difícil de atrapar el amor también lo es, y cuando lo tienes o se te escapa volando o abres la mano tentando a que la primera racha de viento que venga se lo lleve a Papiol.
El factor miedo/terror/horror siempre está presente, no lo podemos evitar y es ese el que hace que abramos la mano donde tenemos el amor, soplemos y con la inercia del viento vuele lejos. Estar no-enamorado es una putada y estarlo también. Qué porblema el rollo de las espectativas y del 'quiero lo que no tengo', oiga!. A ver si aprendemos a hacer las cosas más facilitas.
P.D: Vuelvo a tener el estómago chungo y parezco la 'curandera rotera' esa que cura a la gente eructando. Tol día igual y con el vientre hinchao que parece que esté de parto.
1 comentario:
Todo este planteamiento me lleva a pensar en “Amar sin Sufrir”, de Mª Jesús Álava Reyes http://www.esferalibros.com/libros/librodetalle.html?libroISBN=8497344340
Cuando dices que hay cosas en las que coincidimos ¿es por algo que yo ya había escrito? Coincido en muchas cosas, efectivamente, aunque no estoy seguro de que el amor sea un “invento” de la naturaleza para que procreemos; creo que la procreación va más allá del amor, es un instinto salvaje (sí, más que el amor, porque los salvajes somos nosotros y no tanto el sentimiento). Creo que de ser algo característico de la procreación, todos los animales estaríamos enamorados para procrear, y sin embargo no es así.
El amor, totalmente de acuerdo, puede tener todos los colores, ir del blanco al negro, y va de lo absolutamente más maravilloso, al horror más vomitivo; haber probado las mieles del éxito en el amor para después desengañarse lleva a muchas personas a temer lo peor en su futuro, las condiciona, las ata de pies y manos… A mí es algo que me da mucha pena, pero he tenido que sufrir en mis propias carnes el “rechazo” de alguien por temores que no están fundados más que en pasadas experiencias que ningún hecho demostrable puede probar que tengan que volver a repetirse (aunque, no nos engañemos, muy pocas veces una relación durará para siempre).
Hace algún tiempo se rompía mi relación con quien había estado durante cinco años; ella decía algo así, mencionaba los miedos a nuevas relaciones y negaba querer abrir de nuevo su corazón tan de par en par por lo que pudiera ocurrir. Es un arma de doble filo porque si bien uno puede intentar (y sólo intentar) cuidarse de “malos amores”, se privará igualmente de “maravillosas experiencias”.
Yo en ocasiones me enfado con el amor; de hecho, estoy en una de esas temporadas. Se me juntan muchas cosas, recuerdo otras, pienso en las que pueden venir, y me quiero creer que puedo pasar sin más relaciones, pero yo sé que sólo lo pienso de mentirijilla, que no soy así, que de un momento a otro me enamoraré porque, dicho sea de paso, soy la persona más enamoradiza que he conocido nunca y eso sí que duele…
Las expectativas que nos creamos deberían ser realistas y nunca demasiado egoístas; pero hay que tener en cuenta que, además, las personas tendemos a buscar lo complementario, no lo exacto.
“Quiero lo que no tengo”… Yo también escribí algo al respecto:
http://ponamen.blogspot.com/2006/01/de-veras-ansiamos-tanto-el-cambio-es.html
http://ponamen.blogspot.com/2006/01/por-naturaleza-el-hombre-ama-el-cambio_21.html
Bueno, bueno…, voy a curra un poco, que mira que me enrollo… ;)
Besitos.
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